Conservemos la Chopera de Hoyuelos

Chopera de Hoyuelos (Fotografía: Javier Oria)
Chopera de Hoyuelos (Fotografía: Javier Oria)

El Ayuntamiento de Santa María la Real de Nieva ha decidido talar la Chopera de las Eras de Hoyuelos, plantada por este pueblo hace 50 años, dando a esta Chopera el tratamiento de aprovechamiento productivo que se le daría a una plantación para madera. Sin embargo, se trata del único arbolado que hay en todo el entorno del pueblo, verdadera pantalla protectora del sol abrasador y de las altas temperaturas del verano.

No sólo es el único lugar de esparcimiento natural de los vecinos, sino también el lugar donde habita lo poco que queda de fauna natural en el entorno. En primer lugar, se trata de un dormidero invernal de milano real (Milvus milvus) que se viene estudiando desde 2011 y que, pensamos, también debería ser tenido en cuenta. Segovia ocupa un lugar destacado en la historia natural del milano real. Las poblaciones que vivían aquí en los años 70 y 80 eran las más numerosas de España, tanto la residencial como la invernante. Dormideros de 600-700 individuos, e incluso de más de 1000 ejemplares se encontraban en los pinares y choperas del Eresma. Así, Segovia contribuyó con un buen número de ejemplares al proyecto de reintroducción del milano real en Inglaterra y Escocia en los años 90, cuando allí se encontraba prácticamente extinguido, proyecto que ha prosperado hasta las 900 parejas actuales en esos lares.

Milano Real (Milvus milvus) (Fotografía: Miguel Pascual Sacristán)
Milano Real (Milvus milvus) (Fotografía: Miguel Pascual Sacristán)

La mitad de los milanos reales invernantes en España lo hace en Castilla y León. Viene entre octubre y febrero de Alemania principalmente, pero también de Suecia, Suiza o Dinamarca. Cuando acaba el verano en esas latitudes, disminuyen drásticamente los recursos alimenticios, bajan considerablemente las temperaturas y se abre un periodo incierto, de graves dificultades para todas las especies. Sobrevivir al invierno y a sus bajas temperaturas es una tarea ardua. Los milanos reales del norte y centro de Europa intentan resolver este problema desplazándose hacia el sur, al clima mediterráneo del centro de España, invernando principalmente en el valle del Duero y el Valle del Ebro, donde las temperaturas invernales son suaves. En Segovia, en los años 80, invernaba el 80% de la población. Los venenos han reducido esta cifra hasta el 30% actual, cifra que conserva su importancia, ya que supone una población invernante de milano real de 3.142 ejemplares en enero de 2024, siendo el dormidero de Hoyuelos el sexto más populoso de Segovia, con 241 ejemplares (Censo Nacional en la provincia de Segovia realizado por colaboradores voluntarios/as y Junta de Castilla y León de la provincia de Segovia).

Censo Nacional Milano Real en Hoyuelos (Fotografía: Honorio Iglesias)
Censo Nacional Milano Real en Hoyuelos (Fotografía: Honorio Iglesias)

Estos dormideros invernales son bosques o arboledas altos, situados en lugares estratégicos que sirven a los milanos reales como trampolín para acceder a los buenos lugares de alimentación.

 

Milanos reales en dormidero Hoyuelos (Fotografía: Honorio Iglesias)
Milanos reales en dormidero Hoyuelos (Fotografía: Honorio Iglesias)

La Chopera, con su rica mezcla de árboles, arbustos y vida vegetal, brinda un hábitat vital para otras aves migratorias y residentes. El ruiseñor común, el mirlo, el petirrojo, el carbonero común y el pinzón, el milano negro, el ratonero y el águila calzada, así como los murciélagos (que desempeñan un papel importante en el control de poblaciones de insectos y polinizadores, esencial para el equilibrio ecológico), los propios insectos y polinizadores, roedores y pequeños mamíferos, anfibios y reptiles, dependen de nuestra Chopera para sobrevivir.

 

Los beneficios de la Chopera no son sólo para Hoyuelos.  La purificación del agua que hacen estos árboles contribuye significativamente a la salud del arroyo Cercos que le da la vida. Los álamos o chopos actúan como filtros naturales capturando y absorbiendo una gran variedad de contaminantes presentes en el suelo y el agua, incluidos sedimentos, metales pesados, pesticidas y otros productos químicos provenientes de la agricultura y las explotaciones ganaderas. Aún más, la Chopera reduce la escorrentía y la erosión del suelo y regula la temperatura del agua, manteniéndola en niveles adecuados para la vida acuática.

 

Atardecer en Chopera de Hoyuelos (Fotografía: Honorio Iglesias)
Atardecer en Chopera de Hoyuelos (Fotografía: Honorio Iglesias)

La tala sería un destrozo paisajístico, ecológico y social.  Este tipo de actuaciones no son las que se espera, a nuestro juicio, de una administración que dice tener la lucha contra la despoblación entre sus prioridades.

 

Se aducen, al parecer, razones de seguridad: los chopos viejos son un peligro.  Sin embargo, para prevenir siniestros, lo que procedería sería, si acaso, efectuar una tala selectiva de los ejemplares en riesgo o que presenten síntomas de posible desarraigo, con señales que suelen detectarse.  Los árboles, en su mayoría, están derechos como velas y llenos de lozanía. La única forma de tener seguridad de que un árbol no se va a caer es talarlo, lo que implica que la seguridad total prescribe un mundo sin árboles, un contrasentido en sus propios términos.

 

Pueden preocupar las responsabilidades civiles en que podría incurrir la administración si, pese a las precauciones, se produjera algún incidente. En este caso, bastaría, pensamos, con que el Ayuntamiento ponga varios carteles a la vista de los paseantes donde se advierta del peligro de pasar cerca de los árboles en días de viento fuerte o tormenta.  Es lo que se ha hecho en los parques públicos de Viena, por poner un ejemplo “elegante” o en El Retiro de Madrid, más cercano. De este modo, se cuidaría la seguridad vigilando la arboleda, no exterminándola.

 

Milano real (Milvus milvus) (Fotografía: Miguel Pascual Sacristán)
Milano real (Milvus milvus) (Fotografía: Miguel Pascual Sacristán)

Diversas administraciones y organizaciones independientes están actualmente haciendo enormes esfuerzos para lograr la conservación del milano real, ave catalogada en España como "en peligro de extinción". Es, por tanto, una especie estrictamente protegida que cuenta con presupuestos para actuaciones específicas orientadas a su conservación. A nivel regional, destacan las acciones de conservación llevadas a cabo por la Fundación Patrimonio Natural en Castilla y León; a nivel nacional hay también diversos planes de conservación destinados al milano real; y, a nivel global, el proyecto europeo LIFE EUROKITE, con finalización en 2027, despliega actuaciones conjuntas y transfronterizas para la conservación de esta especie en los países de la Unión Europea. En este contexto, la tala de la Chopera de Hoyuelos es un contrasentido que merma los esfuerzos presupuestarios y de todo tipo que se están realizando.

 

Sumémonos, conservemos al milano real, conservemos la Chopera de Hoyuelos.

 

Detalle Milano real (Milvus milvus) (Fotografía: Miguel Pascual Sacristán)
Detalle Milano real (Milvus milvus) (Fotografía: Miguel Pascual Sacristán)